martes, 11 de febrero de 2014

LA CHICA DE LA CARRETERA

 Las historias de fantasmas en las carreteras son muy comunes ya que en estas mueren al año una gran cantidad de personas debido a diferentes causas, en algunos de estos casos los muertos parecen no darse cuenta que ya han dejado este mundo y siguen regresando al mismo lugar donde murieron.
Existe un caso que va más allá de un simple fantasma en la carretera, ya que la persona que murió en ese lugar lo hizo de una manera muy extraña, al parecer un dia por la noche iba conduciendo a alta velocidad, por un descuido fue a parar a un pequeño barranco y murió al caer por él. No se sabe porque el conductor fue a dar aquel barranco. Lo extraño comienza unos años después cuando más personas comienzan a tener accidentes en ese mismo lugar, al investigar los testimonios descubrieron que fueron a dar al barranco porque estaban siguiendo la carretera, pero no existía una carretera en ese lugar. Otras personas han estado cerca de sufrir el mismo accidente pero lo han evitado ya que cuando han visto esa carretera, saben que no es real ya que han conducido por ese lugar por años.A partir de estos sucesos comenzó la leyenda acerca del hombre que murió en ese lugar, las leyendas dicen que intenta hacer que otros pasen por lo mismo que el paso

LA CASA ENCANTADA DE LUNAHUANA 

Conocida también como "La Casa Blanca" y "La Encantada", es el nombre con el que se conoce popularmente a esta casa de la cual la tradición y los frecuentes testimonios reportan fenómenos paranormales. Se encuentra al costado del camino de Uchupampa a Catapalla, a 15 minutos de Lunahuaná, distrito de Cañete, Región Lima.

Hay que destacar que su historia es bien conocida pero no se han obtenido nuevos datos acerca de su historia fantasmal, por lo que urge una investigación más profunda. la historia conocida en Cañete cuenta que, cuando llegó finalmente a esta zona del Perú la guerra con Chile (1881), un hacendado, cuyo nombre la tradición no ha conservado (algunas versiones dicen que era peruano, en otras, de origen italiano), ya había construido esta casa, habitándola él y su familia, sin imaginarse el calvario que luego vivirían.

Una noche los soldados chilenos atacaron el pueblo y lo destruyeron todo. No contentos con eso mataron a las personas: fue una masacre. El hacendado y su familia murieron en esta casa. Años después su nieta heredó la casa y fue a ocuparla, pero no contó que los espíritus de las personas muertas le acompañarían a partir de entonces: la familia de la nieta del hacendado comenzó a escuchar todas las noches, viejos carros chocando, caballos ahogándose, lamentos, voces y una infinita parafernalia paranormal.

Se dice que no aguantaron y escarparon, y desde este momento la casa no es habitada por nadie hasta nuestros días. Tiempo atrás, se pensó en convertir la casa en un hotel y se realizaron obras para tal fin, las cuales fueron abandonadas inexplicablemente; actualmente, un visitante atento se dará cuenta de que la construcción de la Casa Encantada dista mucho de ser de factura del siglo XIX; en líneas generales, poco queda ya de la casa original.

La tradición del lugar consideró desde entonces a la casa embrujada de Lunahuaná como un lugar del cual era mejor mantenerse alejados, lo cual acrecentó su constante deterioro. Ya entrada la segunda mitad del siglo XX, la historia recobró nuevos bríos, cuando jóvenes provenientes de la cercana Lima eligieron a Lunahuaná como lugar preferido para ocasionales campamentos de verano; la historia más recordada de aquel entonces es la siguiente: en aquel entonces, unos jóvenes que llegaron a lugar por la noche, vieron luces y escucharon conversaciones y música: pensaron entonces que en esta casa se hacía una fiesta, así que contentos entraron y bailaron, aunándose a una divertidísima velada, pero de un momento a otro, todo se encontraba vacío: gente, música y ruido desapareció de golpe. Del susto uno salió corriendo de la casa embrujada, saltó a la pista que cruza en frente de la casa y ahí murió atropellado,...

Las historias acerca de jóvenes realizando en la casa abandonada sesiones espiritistas y/o sesiones de oui-ja se cuentan por centenares de versiones, pero son fantasiosas en su gran mayoría. A pesar de eso, nadie en la región duda de la condición de lugar embrujado de la casa.

Actualmente Lunahuaná es un destino obligado para quien disfruta de la práctica del campismo y de los deportes de aventura, dada su actual condición de importantísimo polo de atracción turística; a ese motivo se debe que los pobladores del lugar conserven pintada la casa y bastante bien identificada (como verá el lector en la foto); hoy, la casa encantada de Cañete es a la vez, atractivo turístico, punto de referencia para los que practican trekking y ciclismo de montaña en el valle. Asimismo, se han vuelto casi tradicionales las fiestas de Halloween que se realizan cada año, en o las cercanías de esta casa.

lunes, 10 de febrero de 2014


LA LEYENDA DE LA CASA MATUSITA


Esta casa es una tienda que queda en un primer piso en el centro de Lima, la casa es de dos pisos pero al segundo piso nadie entra por temor, se dice que hace tiempo para averiguar si era cierto que pasaban cosas paranormales en la casa entró un periodista el cual se volvió loco y terminó en un sanatorio, así mismo entró un sacerdote para bendecirla y terminó matándose, por querer escapar de la casa.

Si bien es cierto, un mito puede tener diversos orígenes o razones para ser creados, para muchos escépticos, es justamente, la ubicación de la Casa Matusita la que le ha dado a través de los años ese aire de misterio y temor dentro de la cultura limeña. Y es que desde sus inicios, la Casa fue un punto de encuentro entre los lugares más respetados, temidos o enigmáticos de nuestra ciudad.

En principio, debemos comentar que actualmente la casa está ubicada entre las avenidas Garcilaso de la Vega (una de las más importantes vías del centro) y España, ahora bien, se sabe que en la antigüedad, según crónicas y mapas de la época, el sector que hoy ocupa la casa fue una zona de adoración religiosa en tiempos prehispánicos y ya en la colonia, fue el lugar exacto por donde pasaba la antigua muralla de Lima, la misma que servía tanto para la defensa militar de la capital como para separar a los ciudadanos entre españoles, indios y esclavos.

Pero eso no es todo. En 1860 fue construida, al frente de la Casa Matusita, el llamado Panóptico de Lima, o cárcel principal de la ciudad, que tuvo vigencia hasta 1970 y que durante todo su período albergó desde delincuentes comunes y prisioneros militares hasta a un presidente de la República, quien además llegó a morir en una de sus celdas. Es más, se dice, que tanto la Casa Matusita como los ambientes cercanos a ella, sirvieron en aquellas épocas como centros de interrogatorios para la delincuencia común y de militares sobre todo en las épocas de la Guerra del Pacífico que enfrentó a Perú y Chile.

Por último, entre los hechos más recientes, se sabe que en la década de los cuarenta, en otra acera aledaña, esta vez hacia el lado derecho de la casa, se alojó por mucho tiempo la antigua Embajada de los Estados Unidos de Norteamérica, hecho que aunque en apariencia inofensivo, es para muchos escépticos la razón fundamental para entender la extraña procedencia de este mito.

SE DICE VARIAS COSAS DE ESA CASA POR EJEMPLO :
Hace muchísimo tiempo en esa casa vivía un señor muy perverso, y con él vivían sus dos sirvientes: la cocinera y el mayordomo; el señor era muy perverso con estos sirvientes, los maltrataba, los insultaba..., los sirvientes se llenaron de odio, y un día en que el señor brindaba una cena a unos amigos los sirvientes decidieron ponerle a la cena un líquido que hiciera que los invitados y el mismo dueño de la casa se volvieran locos, y alucinaran, sólo por venganza hacia el señor.
Cuando todos estaban sentados en la mesa, la cocinera ya había servido los platos con el líquido alucinógeno en ellos, el mayodormo sirvió la cena y al salir de la habitación (comedor) cerró la puerta por fuera. Pasados unos 15 minutos escucharon gritos, insultos, platos que se rompían, murmullos, y personas completamente aterradas. Después de un largo escándalo empezó un silencio sepulcral.
Los sirvientes pensando que ya todo estaba más calmado decidieron abrir la puerta del comedor, y para su sorpresa al abrir la puerta vieron el más macabro panorama: miraban a su alrededor y veíansangre, pedazos de cuerpo, ojos, manos, órganos internos, charcos de sangre, la cara de los invitados mostraban algunas terror otras odio, cabezas cortadas, era tan feo lo que veían que los mismos sirvientes se volvieron locos y se mataron en el mismo salón donde estaban el dueño y sus invitados.
Y se dice que desde esa época se escuchan conversaciones, luego gritos, amenazas tal cual pasó la noche de la masacre, y toda persona que ahí va se vuelve loca ya que vuelve a vivir lo que un día ahí pasó.

Tambien se dice otra leyenda
fa15.gif (14881 bytes)Dícese que en esa casa habitaba una familia del oriente -especificando, era chinos-. El señor trabajaba mucho para mantener a la familia y es por eso que volvía tarde a su hogar; claro está que su esposa e hijos se quedaban en casa. Pues resuelta que un día el señor salió temprano de su trabajo y fue entonces que al llegar a su casa encuentra todo en silencio, apenas un gemido que venía desde su habitación se oía. El señor sintió que algo raro pasaba, entró a su habitación... imagínense qué encontró... pues su esposa estaba teniendo intimidad con el amante.
De pronto el señor enfureció, se dirigió a la cocina, cogió un cuchillo, volvió a la habitación en donde estaban los amantes y los mató. En realidad dicen que los descuartizó y regó sus miembros por toda la casa.
Todo iba bien hasta que llegaron sus hijos, entraron y vieron todo lo espantoso que había hecho su padre. El dijo:
Ustedes no me van a entender, será mejor que todos descansemos en paz.
Y fue por eso que mató también a sus hijos y se apuñaló él también mismo.
Como siempre la policía fue a investigar encontrando a ese lugar un panorama espantoso y tétrico.
Más adelante decían que en ese lugar penaban y aparecían fantasmas y que se escuchaban cadenas arrastrarse, es por eso que intentaron bendecirla por medio de un cura pero éste se mató y dicen que la persona que entra a ese lugar se vuelve loco o se mata.
 e imaginas una casa donde nadie se atreve a entrar y las paredes son testigos de añejas escenas de
La Casa Matusita se encuentra aislada y lo ha estado desde hace mucho tiempo, sin embargo desde ya hace unos años en su primer piso se encuentra una tienda importadora de productos de plástico, ferretería, etc. Ningún trabajador de esta empresa se atreve a hablar de la historia que lo que día a día sucede sobre sus cabezas. Quizá el temor a cruzarse cualquier día con un fantasma condiciona su respuesta.
Lo cierto es que casi todo Lima se pregunta, ¿qué es lo que verdaderamente ocurrió en la casa? ¿Qué es lo que encierra todo este misterio? ¿Qué es lo que pudo pasar o no pasar? Hasta el momento, nadie lo sabe.

 Pero la Casa Matusita no sólo cuenta con leyendas, sino también con víctimas. Y es que en más de una ocasión muchos aseguran que diversos personajes han ingresado a la citada vivienda para experimentar por cuenta propia los extraños fenómenos que en ella ocurren.

Uno de los primeros en ingresar fue justamente un párroco, que ingresó al segundo piso de la casa con la intención de “exorcizarla” de los demonios que la poseían. No obstante, el párroco no pudo lograr su cometido, según cuentan las historias más antiguas el religioso ni bien ingresó a la vivienda sufrió un ataque de pánico que lo llevó a la muerte. Se dice que escuchó gritos y reclamos de los espíritus que allí se encontraban, algunos dicen incluso que el párroco recibió escupitajos de estos supuestos seres que habitan el lugar. No obstante, y tal como ocurre en el caso de las leyendas, no existen registros fidedignos que respalden dicha historia aunque sí existen testimonios de gente (incluidos trabajadores o antiguos habitantes de la casa) que aseguran haber visto la figura de un fraile caminando entre las ventanas del segundo piso de la casa.

Otro de los casos más conocidos, es el de Humberto Vilchez Vera, un conductor de televisión que a finales de la década de los sesentas apostó en señal abierta, que sería capaz de pasar siete noches al interior de la vivienda. La historia narrada por muchos limeños recuerda que el animador efectivamente logró ingresar a la casa llevando consigo sólo con una cámara de vídeo en la mano, sin embargo, tal como ocurrió con el párroco, ni bien ingresó (algunos hablan de dos horas y otros al cuarto día) el hombre de televisión salió de la casa profiriendo insultos y gritos y botando, incluso, espuma por la boca. Al final de cuentas el animador obtuvo serias complicaciones psicológicas por lo que fue recluido en un manicomio durante un período de trece meses tiempo del cual nunca más se supo de él.

En este caso, a diferencia de la historia del fraile, sí cuenta con registros históricos, sin embargo hay que aclarar algunas cosas: Primero, que sí existió un tal Vilchez Vera así como es cierto que realizó la citada apuesta pública, sin embargo (y esto es la intención aclaratoria) es falso que este conductor haya ingresado si quiera por algunos minutos a la citada casa, tal y como él mismo lo confesara tiempo después en su libro “El cazador de fantasmas”, justamente, en un extracto de su libro Vilchez Vera señala:

“La palabra de un ídolo de la televisión es una palabra fundamental y yo había anunciado que entraría la casa embrujada. Nunca entré pero todos me vieron entrar, nunca hablé con un fantasma pero ellos me miran como si me hubiera convertido como un ciudadano del más allá”. 




Como se ve, existen diversos planteamientos que tratan de explicar lo que ocurre en la casa, en la cual hasta la actualidad nadie se atreve a entrar e incluso algunos ni a mirarla.

LA HISTORIA DE UNA ANGEL CAIDO:

Desde el lugar más pobre y alejado del cementerio general de Tacna. Entre coronas de tela, velas de colores y en medio de la  capilla más humilde de aquel lugar de descanso (de los que partieron antes que los que en este mundo aun vivimos), se encuentra el lugar de una santa popular o digamos mejor de  una beatita del pueblo de Tacna.

Maria Hernandez es el nombre que reza en aquella pequeña lapida. Cuentan  que esta pequeña lapida es el lugar de descanso de una niña tacneña, que a la edad de los cuatro años, en épocas del cautiverio. Salió por el campo ante la distracción de sus padres y en aquella pequeña travesura encontró terrible final. Se dice que fue vejada por soldados  chilenos que tras el execrable crimen consiguieron la muerte de esta alma noble.

Escuche decir que fue entonces ella, la primera niña ultrajada en Tacna y que la población sintió gran consternación por aquello y que se creó con esto la historia de "un pequeño ángel santo", acaecido en los lastimeros brazos de la muerte.

Desde entonces pareciera que aquella historia comenzó a crear un reverente recuerdo en la gente y poco a poco su lapida fue convirtiéndose en lugar de visita y oraciones y su historia en un mito o leyenda popular.

Lo cierto es, que  hoy en dia, es  la santa del pueblo de Tacna. Aunque seguramente aquel mito tiene ahora más fuerza en la población inmigrante de Tacna. Por ello, ahora se encuentra sobre aquella lapida,  una pequeña capilla que dice: “construida por los devotos de Maria Hernandez” y dentro de ella  encontraremos siempre un fiel implorando un milagro y un personaje que hace las veces  de Yatiri (curandero o chaman para los aymaras) y guardián de la santa. (Recuerdo haber muchas veces pedido su intervención en mi vida).

Historias como aquellas,  guarda nuestro cementerio general de Tacna. Que no es a lo cierto el primer cementerio de nuestra ciudad.

Por el historiador Luis Cavagnaro sabemos que los primeros cementerios en el Perú se ubicaron debajo de las iglesias y en nuestro caso se ubico bajo lo que hoy es nuestro paseo cívico y sobre lo que es la catedral de Tacna.
 Por eso señala el autor que en un principio olores pútridos y nauseabundos se olían al oír la misa de aquellos tiempos, a lo que la gente atribuía era el olor del pecado.

Después de ello por ley se prohibió hacer cementerios en el perímetro de las ciudades. El segundo cementerio se construyo sobre lo que es ahora los edificios de Fonavi. Sobre estos se construyo el segundo cementerio de Tacna, sin embargo aquel cementerio era un cementerio católico y por ello muchos de los inmigrantes extranjeros (españoles, italianos, ingleses, chinos) no podían enterrarse sobre sus creencias en aquel cementerio.
Por lo que se construyo el cementerio de los extranjeros (sobre lo que hoy es el estadio Tacna). Ahí se enterraban entonces los restos de los no católicos y se dice que incluso se acepto en aquel a los suicidas (la iglesia católica no perdona el suicidio, por ello no era permitido enterrar a aquellas víctimas de la desesperación en los cementerios católicos).

Finalmente en 1948 se construyo lo que es hoy el cementerio general de Tacna, obra que fue realizada gracias al esfuerzo del presbítero Sebastian Sors.  Hombre al que Tacna debe tanto y a quien el pueblo erigió un mausoleo en su honor, en aquel pasillo de nuestra última morada. Este cementerio se construyo para poder recibir a los muertos por la epidemia de fiebre amarilla acaecida en Tacna. Este dato hace en verdad crear dudas sobre la historia de Maria Hernandez, entendiendo que la ocupación fue hasta 1929. Pero como señale es un mito o leyenda.
Por supuesto no podemos dejar de lado al mítico cementerio chino, que acogió a otro resto de los enfermos de la fiebre amarilla (chinos en su mayoría) y en una segunda etapa a los caídos por la epidemia del cólera, como también a los suicidas con menores recursos y a todo aquel que le fuera negado descanso en los otros cementerio.

El cementerio de Tacna esconde mil historias sobre sus pabellones y zonas. Como la historia del condenado, que no es condenado, pero que se le dio aquella historia por el gran candado que encierra la puerta principal de su seguramente hermoso mausoleo en épocas antiguas.

En este cementerio descansan los restos del cantor del cautiverio Federico Barreto, Francisco de Paula Gonzales Vigil, Manuel Flores Calvo, Marcelino Varela (quien debería a mi parecer estar en la cripta de los héroes) aunque seguramente no hay mejor lugar para el que su propia tierra y desde hace algunos años yacen también los restos del gran historiador de la republica don Jorge Basadre Grohomann.
Pero además de ellos hay en él grandes mausoleos: el de benemérita sociedad de artesanos y auxilios mutuos (de dos pisos, es toda una experiencia bajar al sótano, solo para no cardiacos), el de la venerita sociedad de mujeres de Tacna, el de los italianos. Y bueno sobre el encontraremos mil historias de seguro, historias que esperan volver a la vida con el simple pasar de aquel que a sus recuerdos valla.

Finalmente me gustaría decir que en ese cementerio descansaran mis restos, sin embargo ya escogí para mis cenizas el mejor lugar, el del campo de la alianza. Pero lo que si espero lograr es hacer de la historia de este cementerio un libro, para lo cual de seguro me servirán los aportes de ustedes amigos.

Los invito pues a visitar el cementerio general de Tacna y lograr se convierta por fin en un museo local, que es el honor que ya merece. Pero que lamentablemente la ineficacia de la beneficencia no logra y que sobre todo cuando aquella beneficencia es el peor enemigo de Tacna y lo digo porque he comprobado que lamentablemente de la noche a la mañana se han robado todas las lapidas de bronce de este cementerio, sin que nadie diga nada y sobre todo estoy seguro, bajo la complicidad de esta institución pública. Pero dejemos a dios la justicia y a los hombres la solución a los problemas.